domingo, 29 de julio de 2007

El fogón y la vida

De una buena cocina depende la alegría del retorno, la felicidad de la partida. En ella se aderezan los mejores recuerdos familiares, pero también ahí mismo hierven los chismes y se condimentan los rumores. Su utilidad va más allá de la preparación de un caldo de gallina o una trucha frita. En la cocina, a fuego lento, se fortalece la unidad familiar y se construye el futuro de los hijos. Estas fotos tomadas en los hogares de cabanas y collaguas nos muestran los fogones, verdaderos altares supremos de la vida. Hoy las campesinas han puesto todo el empeño para mejorarlos con el apoyo del Proyecto Sierra Sur que estimula con concursos intercomunales el uso sustentable de los recursos naturales y la recuperación de los activos culturales del Valle del Colca. Las imágenes captadas en Chalhuanca, Canocota y Coporaque lo demuestran. Con las cocinas mejoradas, desde el año pasado optimizan el uso de la leña, reducen la contaminación y mejoran la calidad de su vida cotidiana. Y con ello elevan, como las llamas, su autoestima.

2 comentarios:

JARANOVICH dijo...

Muy de acuerdo con tu apreciación Abraham: de una buena cocina depende el retorno de los integrantes del hogar. De cuántas cosas nos hemos enterado y además hemos compartido en torno a una cocina familiar.
Ya me dio hambre...
Saludos,

Anónimo dijo...

Abraham: permiteme felicitarte por mostrar estas ineditas fotografias del perú profundo traendonos a la memoria la cocina a fogon que usaron hasta nuestras abuelitas, sinceramente lindas fotos, felicitarte de verdad por todo el trabajo que muestras con mucho profesionalismo en este blogger que no solo lo veran tus amigos sino tambien el Perú y el mundo sigue adelante "EXITOS".