jueves, 29 de mayo de 2008

Alegría campesina

En Quiñota, Colquemarca, Santo Tomás y otros pueblos de Chumbivilcas la guerra interna se llevó la alegría de muchas familias. Hombres, mujeres y niños campesinos fueron cruelmente muertos por Sendero Luminoso en los primeros años de los 90. Dieciseis años después, aquellas atrocidades no se olvidan. Y precisamente por ello la lucha por una vida mejor no ha cesado. Allí están las chumbivilcanas que con su fortaleza y su sonrisa ponen el mejor ejemplo.

En el atrio de la Iglesia de Santo Tomás, capital de esta provincia cusqueña, hombres, pero sobre todo mujeres, se manifestaron para celebrar su condición de ciudadanas plenas suscribiendo contratos para acceder a tres mil Seguros de Vida Campesino, asociándose para este propósito con el Proyecto de Desarrollo Sierra Sur, una iniciativa del Estado peruano para la lucha contra la pobreza con el respaldo del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

Haciéndose socias de Sierra Sur, las campesinas desarrollan también emprendimientos económicos y el manejo sostenible de recursos natur
ales productivos mediante planes de negocios y de gestión, orientados a mejorar los ingresos, insertarse en los mercados locales y regionales, y elevar la calidad de vida.

Más allá de esta iniciativa gubernamental, en el terreno de los hechos la estrategia contra las carencias y la exclusión se construye por el protagonismo de la mujer campesina.